domingo, 12 de septiembre de 2010

La mujer rural en México

Por Ana Jo. Villasante Arellano
Introducción

En la actualidad habitan en nuestro país aproximadamente 103,263,388 habitantes (conteo de población y vivienda 2005, INEGI [en línea]), de los cuales 24,3 millones viven en zonas rurales; de esta población el 50.8% son mujeres(ver tabla 1), quienes enfrentan una realidad llena de dificultades y marginación y, sin embargo, se convierten en parte central del sustento familiar, no solo en el sentido emocional sino también en el ámbito económico. Por desgracia en la mayoría de las ocasiones no se les da crédito o reconocimiento alguno por su esfuerzo, viviendo en una sociedad que hasta hoy, en pleno siglo XXI sigue siendo machista y descalificadora hacia la mujer, centrándola únicamente en un rol reproductivo y servicial.

La vida de estas mujeres se ve marcada en gran parte por la falta de educación y de calidad en sus condiciones de vida, situándonos en el contexto actual, si bien es cierto que la mujer ha crecido de manera notable ante la sociedad y su dignificación, también es muy cierto que esta realidad es paralela a la que enfrentar las mujeres campesinas, quienes en muchas ocasiones, pareciera siguen viviendo en el siglo pasado pero con los problemas que se enfrentan en el presente; una situación que sin duda las pone en desventaja ante una sociedad globalizada y con un gobierno neoliberal quien ha enfocado sus esfuerzos ante un mercado mundial dejando muchas veces atrás nuestras propias tierras y zonas rurales.

La pobreza en las zonas rurales, neoliberalismo

El sector agropecuario mexicano sufrió drásticas modificaciones especialmente durante las épocas de los 80 y 90, durante estos periodos existieron reajustes y aplicación de nuevas políticas; las razones principales de esto fueron el nuevo modelo neoliberal que adoptaba nuestro gobierno con la finalidad de encajar en un mercado mundial con tendencias globalizadoras.

Durante el sexenio de López Portillo se establece el final del reparto agrario, argumentando la inexistencia de más tierras para repartir. Existió también un reordenamiento de las tierras que terminó resultando en el acaparamiento de las más productivas por las explotaciones empresariales de un pequeño sector. Posteriormente se implementa una menor intervención del Estado en este sector y se lleva a cabo una privatización de los organismos del sector, esto para hacer frente a los “retos de la globalización” y dar paso a la inversión privada, tanto nacional como extranjera.

Con esta nueva ideología, se brindó apoyo únicamente a aquellos productores quienes cumplían con los estándares de exportación buscando así incursionar en el mercado mundial, esto llevo a que eventualmente se beneficiara solo a las grandes empresas, aquellos productores con grandes inversiones y tecnología, dejando fuera de competencia la producción familiar o campesina, quiénes difícilmente alcanzarían dichos estándares.

Junto a la modernización de los procesos agrarios vinieron también una serie de problemáticas para los campesinos y jornaleros quienes, además de quedar fuera del mercado productivo mundial, fueron reemplazados por maquinaria moderna u otras tecnologías. La búsqueda de inversión extranjera así como las presiones por mantenerse dentro de este nuevo mercado mundial conllevaron a tener que admitir la explotación tanto del recurso como del trabajador.

Por lo tanto, teniendo presente la crisis del productor campesino y la precariedad de los vínculos salariales en el campo, no es difícil entender por qué se presentaron fenómenos como la migración, la incursión de los miembros de hogares rurales en el mercado de trabajo fuera del campo, la necesidad de multiplicar ocupaciones e intensificar sus esfuerzos con la finalidad de obtener algún ingreso adicional. Dicho proceso afectó directamente a la mujer, quien pasó de ser ama de casa, a una trabajadora más e incluso en muchas ocasiones se convirtió en jefe de familia; no por gusto sino por necesidad.

Migración y necesidad de trabajar, ser productivas

Actualmente la labor de la mujer rural no se limita a las labores domésticas, ahora es necesario que también tenga algún tipo de aportación económica o productiva para el hogar debido a que actualmente el ingreso únicamente del hombre del hogar es insuficiente para cubrir siquiera las necesidades básicas de una familia.

“En ese sentido, cuando de las zonas rurales se trata, el ingreso de la mujer a la población económicamente activa está más vinculado a una situación de carencias materiales de los hogares que con una conquista histórica de clase” (Acosta, Irma [en línea]).

La tarea de la mujer en el hogar ahora se extiende a:
a) Proveer ingresos principales o complementarios
b) Administrar los ingresos considerando las restricciones monetarias existentes
c) Atemperar el recorte del gasto social
d) Subsanar los huecos de la privatización de servicios básicos
e) Contrarrestar las carencias de los hogares con trabajos domésticos extraordinarios.

Y todo esto sin dejar a un lado la crianza y cuidado de los hijos y miembros de la familia, aquí cabe señalar que en México las mujeres que residen en localidades rurales tienen en promedio 3.3 hijos y comienzan su ciclo reproductivo a muy temprana edad, mientras que en las zonas urbanas el promedio es de 2.3 hijos por familia. También el tamaño promedio de los hogares rurales es de 4.6 miembros, comparado con 4.2 en los hogares urbanos.

Tomando en cuenta todo lo antes expuesto, podemos entender por qué actualmente las mujeres rurales se han vuelto multifuncionales; es decir; desempeñan más de un rol en el mercado de trabajo ya sea de manera regular o intermitente. De aquí que exista una “fuerte tendencia a tratar de vincular labores domésticas con actividades remunerativas que ayuden a la economía familiar: tejidos, confección de prendas, producción artesanal etc.” (Costa, Nuria [en línea])

A pesar de todo este esfuerzo, en muchas ocasiones el ingreso no es suficiente lo cual orilla a la migración en busca de mejores condiciones de vida, desgraciadamente esto también representa un problema para muchas mujeres ya que son contratadas por empresas que se encuentran al margen de la ley, son explotadas y maltratadas, todo con tal de recibir una remuneración económica que ayude a la familia a salir adelante, ejemplo claro de esto son todas las maquiladoras que se encuentran en la frontera del país así como muchas otras empresas.

Educación y forma de vida

En la actualidad, las mujeres rurales emplean hasta 16 horas al día produciendo, elaborando, vendiendo, preparando alimentos, recogiendo materiales para combustible y acarreando agua para el hogar, además de otras faenas como el cuidado de los hijos, familia ampliada y animales de traspatio. “No es exagerado afirmar que las mujeres llegan al límite de sus fuerzas buscando combinar el trabajo reproductivo y productivo, restándole horas al sueño y al descanso para atender las necesidades de familias normalmente más numerosas que en las zonas urbanas” (Costa, Nuria [en línea]).

Desgraciadamente, a pesar de su esfuerzo y dedicación, en cuanto a condiciones de vida y trato incluso dentro de sus familias, la mujer rural no ha tenido el mismo progreso si lo comparamos al de sus actividades productivas y económicas. Dentro de las comunidades sociales sigue existiendo un alto nivel de machismo y discriminación hacia la mujer, se le sigue considerando como propiedad y se le sigue reconociendo como mujer por su capacidad como ser reproductivo antes que por ser mujer, con todas sus implicaciones como ser humano.

La educación dentro de las zonas rurales sigue siendo muy pobre e insuficiente, especialmente si se trata de educación al sexo femenino. A nivel nacional existe l2.4% de analfabetismo (población mayor de 15 años), pero con una gran diferencia entre sexos: 9.6% entre hombres y 15% entre mujeres.

Como podemos observar, la mujer rural sigue con un alto grado de desventaja ante la sociedad actual, aunque parezca increíble, en pleno siglo XXI se sigue abusando de las mujeres rurales, se les sigue marginando y considerando por debajo del hombre de la casa, incluso muchas veces se sigue comprometiendo a las mujeres a cambio de tierras, el machismo mal enfocado sigue existiendo con gran fuerza dentro de las comunidades rurales; ejemplo claro de esto es el alto grado de mujeres abusadas y violadas, así como maltratadas o incluso forzadas a tener hijos. Muchas de estas mujeres no conocen sus derechos y difícilmente, debido a su educación, aceptan ellas mismas el valor que merecen.

Conclusión

Si bien la mujer ha superado muchas dificultades a lo largo de la historia para lograr conseguir cierta igualdad dentro de la sociedad, ésta no ha llegado a toda la población, especialmente a las mujeres rurales quienes representar un número importante y significativo dentro de la sociedad mexicana.

“La mujer campesina —la mitad de la población rural— tiene el potencial para participar en el desarrollo social y económico de sus comunidades y regiones. Sin embargo, la atención y el apoyo que recibe para lograrlo son insuficientes. La mujer rural demanda capacitación, participar en las decisiones de su sociedad, desarrollar actividades económicas que le generen ingreso y mejor nivel de vida para su familia; demanda servicios e infraestructura para su pueblo y para descargar las pesadas jornadas de trabajo doméstico y así progresar en su desarrollo personal e integrarse y participar en la dignificación de la calidad de vida del sector rural” (Costa, Nuria [en línea]).

Referencias

Bibliográfica
  • Marroni, Maria Da Gloria. Las campesinas y el trbajo rural en México de fin de siglo, (2000). México. Editorial Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Dirección General de Fomento Editorial.
  • Careaga, Gloria. Las mujeres en la pobreza, (1994). México. Editorial El Colegio de México.
Electrónica
  • Costa, Núria. La mujer rural en México [en línea]. Recuperado el 24 de Agosto del 2010 de [http://www.pa.gob.mx/publica/pa070306.htm]
  • Acosta, Irma. Trabajo de la mujer en zonas rurales. Inequidad persistente [en línea]. Recuperado el 24 de Agosto del 2010 de [http://www.sitemason.com/files/i7zbeE/WORKING%20PAPERS%206.pdf]
  • INEGI. Conteo de Población y vivienda 2005 [en línea]. Recuperado el 24 de Agosto del 2010 de [www.inegi.gob.mx]

No hay comentarios:

Publicar un comentario