Por Ana Jo. Villasante Arellano ;)
He aquí un pequeño ejercicio para reflexionar, lo realizamos el pasado martes 14 de septiembre durante una de nuestras clases de Proyectos de Comunicación Interpersonal y Grupal y, aunque es algo sencillo, es verdaderamente significativo.
Comenzamos cerrando los ojos, nuestra maestra iba narrando una serie de escenarios que debíamos imaginar... comenzamos en un cuerto completamente blanco, debíamos comenzar a decorarlo, en el fondo se encuentra un cuadro en el cual debemos poner la fotografía de aquella mujer que ha sido realmente significativa en nuestras vidas... ahora vamos a decorar el cuarto para recibir a esa mujer y vamos a tener la oportunidad de realizar 3 preguntas... ¿ya lo tienes?. Comienzas a preguntarle, durante la segunda pregunta ella se suelta a llorar y sale del cuarto... pero no solo eso, también sale de tu vida ¡para siempre!, ¿qué sentiste?. Ahora piensa en otra mujer que pueda llenar ese cuadro y, si es que la hay, repite el ejercicio.
No está tan sencillo ¿verdad?. Algunos de nosotros ni siquiera pudimos pensar en otra mujer que ocupara ese cuadro, ese lugar especial. Agradezco que haya sido solo un ejercicio, sin embargo, lo cierto es que en ocasiones no valoramos las cosas que tenemos por el simple hecho de que las tenemos, especialmente a las personas que nos rodean. En este caso la mayoría pensamos en nuestras mamás, en esa mujer tan especial sin la cual simplemente no existiríamos, esa persona por la cual estamos donde estamos y somos quienes somos.
Debemos aprender a valorar y agradecer lo que la vida nos manda en el momento en que lo podemos hacer, y no después cuando ya es demasiado tarde. Si eres de los que piensan que nunca tienen tiempo, te aseguro que un simple "gracias" o un "te quiero" no te robará más de 5 segundos, y en cambio, te dejará algo mucho mayor.
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